Texto base:
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Hebreos 10:35-36 – “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”
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Isaías 41:10 – “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Introducción:
Todos enfrentamos adversidades: enfermedades, pérdidas, problemas familiares, crisis económicas o injusticias. En esos momentos, nuestra fe puede tambalear. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la fe no es solo creer cuando todo va bien, sino confiar plenamente en Dios cuando todo parece ir mal. Hoy veremos cómo mantener firme nuestra fe en medio de las pruebas.
I. Reconocer que la adversidad es parte de la vida cristiana
1. La Biblia nos advierte que tendremos aflicciones
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Juan 16:33 – “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
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Aplicación: No te sorprendas por las pruebas; Dios ya nos lo advirtió.
2. Las pruebas tienen un propósito
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Santiago 1:2-4 – “Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas...”
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Aplicación: La fe crece en el terreno de la dificultad.
II. Afirmar nuestra confianza en Dios
1. Recordar quién es Dios
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Salmos 46:1 – “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.”
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Aplicación: No pongas tu fe en las circunstancias, ponla en el carácter de Dios.
2. Recordar lo que Dios ya ha hecho
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1 Samuel 17:37 – David recordó cómo Dios lo libró antes de enfrentar a Goliat.
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Aplicación: Haz memoria de las victorias pasadas para alimentar tu fe en el presente.
III. Alimentar la fe diariamente
1. A través de la Palabra de Dios
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Romanos 10:17 – “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
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Aplicación: Llena tu mente con promesas, no con noticias que siembren miedo.
2. A través de la oración constante
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Filipenses 4:6-7 – “No os afanéis por nada, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios...”
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Aplicación: La oración cambia nuestra perspectiva antes de cambiar nuestras circunstancias.
3. A través de la comunión con otros creyentes
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Hebreos 10:24-25 – No dejemos de congregarnos para animarnos mutuamente.
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Aplicación: No enfrentes la batalla solo; busca apoyo en la familia de la fe.
IV. Perseverar con esperanza
1. Mirar más allá de la situación presente
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2 Corintios 4:17-18 – “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.”
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Aplicación: Las pruebas son temporales; la gloria es eterna.
2. Mantener la mirada en Jesús
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Hebreos 12:2 – “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe...”
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Aplicación: Si miras al problema, te hundes; si miras a Cristo, te mantienes firme.
Conclusión:
Mantener la fe en medio de la adversidad no significa negar el dolor, sino confiar en que Dios sigue teniendo el control. Las pruebas no son señales de abandono, sino oportunidades para que la gloria de Dios se manifieste en nuestras vidas.
Oración final:
“Señor, en medio de la adversidad, te pedimos que fortalezcas nuestra fe. Ayúdanos a recordar tus promesas y a descansar en tu poder. Quita de nosotros el temor y reemplázalo con tu paz. Que en todo momento podamos decir como Job: ‘Aunque él me matare, en él esperaré’. En el nombre de Jesús, amén.”
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