Texto clave: Santiago 2:1-9
Introducción
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El favoritismo es dar un trato especial a ciertas personas basado en criterios externos como riqueza, posición, apariencia o influencia.
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Aunque el mundo practica el favoritismo, en la iglesia —el cuerpo de Cristo— no debe existir tal conducta.
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Pregunta inicial: ¿Estamos mostrando el amor de Cristo imparcialmente, o estamos cayendo en favoritismos?
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Proposición: Hoy veremos cómo el favoritismo contradice la fe en Cristo, afecta el testimonio cristiano, y cómo podemos vencerlo en nuestras vidas y congregaciones.
I. El favoritismo contradice la fe en Jesucristo (Santiago 2:1-4)
A. La fe en Cristo exige imparcialidad
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Texto: Santiago 2:1
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Idea: Jesús no hace acepción de personas (Romanos 2:11).
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Aplicación: La fe verdadera nos lleva a tratar a todos con igual dignidad.
B. Ejemplo del favoritismo en la iglesia
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Texto: Santiago 2:2-3
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Idea: Santiago describe cómo a un rico se le da preferencia sobre un pobre en el culto.
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Aplicación: Examina si haces diferencias en tu trato hacia los demás en tu comunidad.
C. El favoritismo es un juicio equivocado
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Texto: Santiago 2:4
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Idea: Mostramos prejuicio y nos convertimos en jueces con malos pensamientos.
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Aplicación: Solo Dios puede juzgar rectamente; nosotros debemos amar sin distinción.
II. El favoritismo ignora el corazón del evangelio (Santiago 2:5-7)
A. Dios escoge a los pobres en el mundo
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Texto: Santiago 2:5
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Idea: Dios honra a los pobres de espíritu, no a los orgullosos (Mateo 5:3).
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Aplicación: Valora a las personas por su fe, no por su estatus.
B. Los ricos suelen oprimir y blasfemar
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Texto: Santiago 2:6-7
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Idea: Irónicamente, los poderosos del mundo son quienes muchas veces persiguen a los creyentes.
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Aplicación: No busques favor de quienes no valoran a Dios.
III. El favoritismo es pecado (Santiago 2:8-9)
A. El amor al prójimo es el mandamiento real
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Texto: Santiago 2:8
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Idea: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Levítico 19:18).
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Aplicación: El amor genuino no discrimina.
B. Mostrar favoritismo nos hace culpables
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Texto: Santiago 2:9
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Idea: El favoritismo no es un error pequeño: es transgresión de la ley de Dios.
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Aplicación: Confiesa y abandona toda actitud de parcialidad en tu vida.
Aplicaciones prácticas
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Autoexamen: ¿Hago diferencias entre hermanos por su apariencia, dinero o influencia?
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Arrepentimiento: Pide a Dios que te muestre si has actuado con favoritismo.
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Acción: Esfuérzate en honrar a cada persona como imagen de Dios.
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Enseñanza: Modela y enseña en tu iglesia una cultura de amor e igualdad en Cristo.
Conclusión
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El favoritismo es totalmente opuesto al carácter de Cristo y a los principios del evangelio.
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Nuestra fe debe expresarse en amor imparcial hacia todos los hermanos y hacia el prójimo.
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Recordemos que Dios nos amó sin hacer acepción de personas: éramos pecadores, y aun así Cristo murió por nosotros.
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Llamado final: Decidamos hoy vivir una fe sincera que rechaza el favoritismo y abraza el amor verdadero.
Oración Final
Señor Dios, te pedimos perdón por las veces que hemos hecho acepción de personas en nuestro corazón o en nuestros actos. Límpianos de todo prejuicio, y enséñanos a ver a los demás como Tú los ves: con amor y compasión. Ayúdanos a ser una iglesia que refleje tu justicia y tu misericordia, donde todos sean bienvenidos y honrados en Cristo. Guíanos para vivir una fe práctica, llena de obras de amor, para tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.
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